una boda INDIA

Los que me seguís por instagram sabéis que este domingo tuve la suerte de asistir a una boda India. Fue toda una experiencia llena de color y tradición, de la que tenemos mucho que aprender.

This weekend we went to an Indian wedding, maybe you have already saw some of the photos in my Instagram.
It was a great experience, so colorful and with plenty of traditions.

No sé si todas las bodas indias son así y mi mente occidental da para lo que da y con la ayuda de un esquema que nos habían preparado que sino… pero el caso es que creo que todos los asistentes nos fuimos encantados. Durante una hora los dos novios y la familia más cercana se vieron envueltos en una sucesión de ritos y tradiciones a los ojos de los que allí estábamos reunidos. Podéis imaginaros la situación en un ciudad que no deja de ser pequeña y tradicional como es Valladolid. Por unas horas el pabellón del Museo de la Ciencia se vio invadido por el olor a incienso, los brillos de colores de las telas de los trajes, batidos de mango y un catering vegetariano y picante.

No voy ni a intentar contaros como se sucedieron los hechos, porque de verdad que sería muy complejo y yo muy inexperta en la materia. Pero si quiero
compartir con vosotros los que para mi fueron los grandes aciertos de esta celebración tan auténtica.

1) La implicación de la familia y de los novios. Lejos de lo que estamos acostumbrados a  ver aquí, en el altar improvisado había sitio para la familia más cercana, pequeños y mayores se reunían entorno a los novios, participando de forma activa en la celebración, el que no tiraba arroz sujetaba luego el pañuelo, acercaba un mango a la otra parte de la familia, encendía una llama,… aquello era un no parar.

2) Los colores, vivos brillantes, alegres… y tan auténticos que llenaron de alegría el ambiente.

3) Las tradiciones, no sé que significa que den siete vueltas al altar, ni que vacíen a puñados dos fuentes de arroz uno sobre el otro, ni que de repente prendan una pequeña hoguera, no entendía una palabra de lo que allí decían… pero saber que ese simbolismo que viene de tan atrás se conserva a día de hoy, la fe que se pone en cada uno de esos gestos,… parece un cuento en el que la magia augura un gran final.

4) La comida, no tanto como gastronomía sino el “protocolo”. Allí nadie se había roto la cabeza para pensar con quien sentar a quién, no había camareros esperando a que los novios empezarán a comer para traerte el primer plato y así hasta reventar a comer,… Había un sencillo buffet y un montón de mesas en las que poderte sentar a comer.

5) Los regalos, unas pastas tradicionales indias en unas cajitas de papel que fueron repartiendo durante el postre para completar el delicioso sorbete de mango.

Os dejo un par de fotos más de una ceremonia similar que he encontrado, que las fotos de la de ayer aún no están listas y yo no saque más que las que ya habéis visto en instagram.

¡FELIZ MARTES!

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